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Rector Antonio Meirelles durante la sesión ordinaria del Consejo Universitario (Consu):
Decano Antonio Meirelles durante sesión ordinaria del Consejo Universitario (Consu): propuesta de otorgar subsidios para profesores y personal no docente, a su juicio, no es el camino más adecuado

La Unicamp cerró el año 2022 con un superávit de R$ 560 millones y una reserva financiera de R$ 1,7 mil millones, según datos difundidos este martes (29), por el director de Planificación Económica de la Asesoría Económica y de Planificación (Aeplan), Thiago Baldini da Silva, en reunión del Consejo Universitario (Consu).

El balance también mostró un crecimiento de cerca de seis puntos porcentuales en la tasa de compromiso del presupuesto total de la Universidad con los gastos de nómina, un indicio de inversiones en la valorización del personal docente y no docente.

Los datos presentados por el director arrojaron que la participación de este tipo de gastos creció del 68,99% en el ejercicio 2021 al 75,23% en 2022 y, según él, se debió a una política de recuperación salarial, de carrera y de nuevas contrataciones.

De acuerdo con el balance, el grupo de gastos de personal creció el 9,11% (R$ 206,2 millones) y se debe a una serie de factores, como bonos y asignaciones, reajuste salarial del 20,67% de la nómina de marzo y aumento del 20,67%. — equivalente a R$ 12,4 millones — en los recursos del programa de desarrollo de carrera, destinados a la contratación y progresión de servidores públicos. El programa de desarrollo de carrera destinó aproximadamente R$ 81,6 millones para progresión y contratación.

El balance también informa que, en el registro del superávit de R$ 560 millones, hay un saldo de apropiación presupuestaria no ejecutada de R$ 302,240 millones.

Estos recursos ya han sido distribuidos a las agencias, pero aún no han sido comprometidos ni ejecutados. Además, no podrán ser utilizados para otro fin que aquel para el que fueron aprobados. Este importe va desde recursos de financiación hasta, principalmente, obras. “Frente a eso, es necesario llamar la atención sobre el hecho de que tenemos un recurso libre de menos de R$ 560 millones”, subraya Baldini.

El documento también destaca que el ejercicio 2022 fue “totalmente atípico”, sobre todo por los efectos provocados por los cambios en las tasas del ICMS. “Luego de un período de fuerte crecimiento en la recaudación, los cambios en las tarifas redujeron fuertemente el nivel de recaudación mensual en el segundo semestre”, dice el balance.

Según información de Aeplan, el año 2023 ya ha comenzado con una caída en el volumen de recaudación. Según los datos, las pérdidas de ingresos en los primeros meses del año ya alcanzan el 3,2%.

Asignaciones de servidor

El rector de la Unicamp, profesor Antonio José de Almeida Meirelles, comentó, en la reunión, la propuesta de concesión de subsidios para profesores y personal no docente, tema planteado por los consejeros. Meirelles dijo que, a su juicio, ese no es el camino más adecuado. “Definitivamente creo que la mesada no es la mejor solución”, afirmó el decano. “Unicamp hizo una mejor elección en cuanto al tratamiento que le dio al presupuesto. Debemos estar orgullosos de Aeplan y del PRDU (Prorrectoría de Desarrollo Universitario)”, agregó.

“De hecho, al ampliar los procesos de progresión de profesores, empleados e investigadores, mejoramos los ingresos de las personas de forma permanente y con base en criterios de mérito, asociados a su desempeño en las funciones que desempeñan en nuestra universidad”, dijo el rector. “Fue esta actitud de nuestra Universidad la que justifica la participación mucho mayor de nuestra nómina actual en los recursos que recibimos, en comparación con la participación observada en otras universidades estatales”, ponderó. “Aquí, en la Unicamp, planificamos a largo plazo. En ocasiones se puede criticar la forma, pero hay seriedad y continuidad en el tiempo. Y eso no lo podemos perder”, advirtió.

El Decano de Desarrollo Universitario, Fernando Sarti:
El Decano de Desarrollo Universitario, Fernando Sarti: una política de desarrollo profesional

progresión paepe

El decano de Desarrollo Universitario, Fernando Sarti, también criticó la propuesta de otorgar el bono. “Los R$ 107 millones que la USP ha destinado para la concesión de la beca representan el 1,4% del presupuesto de la universidad. Nosotros, en la Unicamp, en 2022 comprometimos el 1% a la progresión Paepe y ahora tenemos una segunda progresión en la que vamos a comprometer otro 1%. También utilizamos el 1% con progresión de profesores, investigadores y abogados. Y, solo en estas cosas, estamos hablando de un 3%”, argumentó.

“También hemos comprometido nuestro presupuesto para las 170 contrataciones que están en curso, además de la reposición salarial parcial de pensiones y funcionarios. Eso significó que el compromiso presupuestario de la Unicamp con la nómina de pago fuera 4 puntos arriba de la USP y 7 puntos arriba de la Unesp”, dijo. “Y lo logramos gracias a una política planificada de contratación y progresión de nuestros empleados. Esta es de hecho una política de valoración profesional. No creo que el bono sea la mejor política”, resumió.

Sarti también recordó que la Unicamp ha hecho un esfuerzo por fortalecer la política de asistencia y permanencia de los estudiantes, destacando que todas esas acciones forman parte de una política permanente de valorización y no de medidas coyunturales de premiación.

El prorrector también se refirió a la propuesta de establecer un plan de salud para los servidores públicos. “Un sistema de planes de salud como el que pretende la USP podría costar R$ 100 millones al año. Pero nuestra PDO (Propuesta de Distribución Presupuestaria) está absolutamente equilibrada, y cualquier recurso extra a desembolsar tendría que salir de las reservas”, dijo.

“¿Los recursos irían más allá del rango de reserva preventiva, la que garantiza tres nóminas para posibles periodos de dificultad? ¿Saldría del dinero reservado para Vivienda para Estudiantes? ¿Nos meteríamos con los recursos reservados para obras e inversiones de infraestructura, que son absolutamente necesarios? ¿Podríamos detener los trabajos de la FCA (Facultad de Ciencias Aplicadas), por ejemplo? ¿O tomaríamos de los 300 millones que ya se comprometieron con la comunidad en el PDO?”, preguntó Sarti.

“No olvidemos que esos R$ 100 millones se transformarían en gastos permanentes. Este dinero no puede salir de nuestra DOP. Habría que salir de las reservas que, a su vez, se agotarían en tres años”, advierte.

La decana de Posgrados, Rachel Meneguello, dijo no entender las razones por las que se propone la política de bonificación. “La política de bonos sugerida prioriza una visión selectiva de las recompensas, en lugar de privilegiar una política salarial que beneficie a todos”, argumenta.

“Es un error muy grave, porque estamos hablando de una institución que debe funcionar como un organismo colectivo. No puedo entender por qué los empleados defienden esta idea. ¿Por qué el premio de un profesor valdría seis veces el premio de un empleado?”, pregunta el decano.


Publicado originalmente en Sitio web de la Unicamp

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